La noche del 18 al 19 de noviembre fue la última ocasión para ver una tormenta de Leónidas, que en esta ocasión, aunque cumplió las predicciones, no alcanzó los máximos esperados. La próxima tormenta no se producirá, posiblemente, hasta el 2098.
Según los investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), los dos picos de actividad se produjeron a las horas previstas: en el cielo europeo, en torno a las 4 horas de la madrugada del día 19 de noviembre, pero los umbrales de actividad se situaron en el mínimo valor. En Europa se pudo observar una actividad de alrededor de 1.500 meteoros/hora, mientras que en Estados Unidos fue de sólo 700 meteoros/hora. Es evidente que fue una tormenta, pero a juicio de los astrónomos ha sido una despedida “pobre” de las Leónidas, pues las actividades fueron las más bajas de todas las tormentas vividas desde 1998. Además, la ausencia de bólidos –los meteoros más brillantes- deslució esta tormenta que se esperaba espectacular.
El experimento del IAC para confirmar, definitivamente, que las estrellas fugaces están formadas por minúsculas partículas de polvo, se encuentra en proceso de reducción y análisis y próximamente se anunciarán los resultados.
En cuanto a la Unidad Didáctica “Leónidas 2002”, que el IAC elaborará siguiendo el precedente de las Leónidas de 1999, se espera ir recibiendo datos de los centros de enseñanzas medias que están participando en este proyecto educativo.