Trabajar con Edwin Hubble y medir la constante de Hubble le han elevado al olimpo de la ciencia astronómica. Norteamericano de Iowa, donde nació en 1926, estudió Física y Astronomía y tuvo acceso al telescopio óptico de cinco metros, el mayor y más famoso de su época. Sus “Atlas de las Galaxias” han sido los más utilizados por toda una generación de astrónomos.
En un congreso matemático celebrado a principios de siglo, el alemán David Hilbert presentó 23 problemas que debían resolverse en el campo de las Matemáticas durante las siguientes décadas. En la reunión internacional “Key Problems in Astronomy”, organizada por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y la Fundación BBV, en Tenerife, Allan Sandage abría las sesiones imitando el ejemplo del matemático e introduciendo los 23 problemas que debería resolver la astronomía del próximo siglo. En esta lista figuran la escala de distancias y la constante de Hubble, un parámetro según el cual, cuanto mayor es su valor, menor es el tamaño y la edad del Universo. Su determinación ha provocado un extenso debate, polarizado entre valores altos y bajos. Hoy este científico, a las puertas del Nobel, se enfrenta, seguro de sí mismo y de su trabajo, a las últimas polémicas sobre los avances de la Astronomía.
1. La constante de Hubble, ¿ha dejado de ser un problema cosmológico?
La constante de Hubble es una cuestión que ya puede considerarse resuelta. Su valor está en torno a los 50 y dentro de cinco o diez años todos estarán de acuerdo con este límite, gracias a la extraordinaria calidad del telescopio espacial.
2. ¿Existe un método infalible re para conocer la edad de nuestra galaxia?
De momento, se está trabajando en el método de datar los cúmulos globulares. Este método requiere datos que en la actualidad se están investigando. Entre ellos, la composición química, sobre todo la abundancia de oxígeno, de las estrellas que se están datando. Hace cinco o seis años, Rebolo y Abia, investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias, publicaron un artículo muy interesante según el cual el oxígeno es diez veces más abundante de lo que se esperaba en relación con el hierro. Eso implicaría que la edad de nuestra galaxia se situaría en torno a los 14.000 millones de años, en lugar de los 18.000 que sostienen otras teorías.
3. De las 23 cuestiones clave enumeradas por usted en la reunión “Problemas clave de Astronomía, ¿cuál es la de más difícil solución?
Sin duda, la tesis de la materia oscura, que nadie sabe realmente cómo resolver. Si la teoría cosmológica actual es correcta, deber haber inflación y densidad crítica que no aparece en la luminosidad observada y debe haber también materia oscura, idea que ha seducido a los astrónomos a lo largo de los últimos cinco o diez años. La mayoría de los cosmólogos consideran que el espacio-tiempo es plano y que debe haber un 99% de materia oscura.
4. Los astrónomos barajan varias hipótesis. Entre ellas, que los neutrinos tengan masa, replanteada recientemente por un equipo del Laboratorio Nacional de Los Álamos, en Estados Unidos. También que las enanas marrones son más comunes en el Universo de lo que nosotros pensamos… Usted ha sugerido que la materia oscura podría estar constituida por rocas. ¿Cómo se explica esta teoría?
Sabemos que todos los planetas tienen cráteres: Mercurio, que está completamente bombardeado, las superficies de Marte, de la Luna, de Júpiter… El Sistema Solar está lleno de rocas, de asteroides, pero ¿sucede esto tan solo en la nebulosa solar o más allá de ella? Hace 30 años se decía que había “ladrillos” en el espacio. Yo creo que la materia oscura podría estar constituida por rocas. No obstante, cuando hablo de ellas me refiero a material sólido, no gaseoso. Sabemos que el Sistema Solar es un lugar inmenso, pero ¿qué hay entre las estrellas? ¿Existe algo entre las galaxias? Ignoramos si hay entre ellas material sólido, como tampoco conocemos cuál puede ser la forma de averiguarlo.
5. En función de los avances tecnológicos, ¿qué futuro le espera a la astronomía?
Confío en que el telescopio Hubble y, desde tierra, la óptica adaptativa aplicada a los grandes telescopios, de aquí a 10 años permitirán alcanzar una resolución sin precedentes. A partir de ahí, toda la astronomía se abrirá a algo completamente nuevo y podremos considerar entonces que nos encontramos saliendo de la edad oscura, a pesar de los fantásticos avances de los últimos 40 años. Con el aumento de la resolución que se experimentará, no será preciso un telescopio espacial para llegar a una décima parte de un segundo de arco. De todas formas, el universo es algo muy complejo y la estructura del cerebro humano, insignificante. Eso significa que nunca podremos comprender todo, porque no somos una especie lo suficientemente evolucionada.
(Esta entrevista también fue publicada en la revista Muy Especial en 1996)