La historia de la Astronomía en Canarias está llena de expediciones científicas desde países remotos, muchas de ellas realizadas por astrónomos atraídos quizás, en un principio, por el exotismo de estas islas, su cálido clima y su paisaje.
En el verano de 1856 y siguiendo la sugerencia de sir Isaac Newton de que los telescopios debían instalarse en las cimas más altas de las montañas donde la atmósfera es más serena, estable y transparente, el profesor Charles Piazzi Smyth (Astrónomo Real de Escocia) organizó una expedición para realizar un experimento en el Monte de Guajara, al Sur de la Caldera de las Cañadas, en la isla de Tenerife. Sus trabajos le valieron ser honrado con un cráter en La Luna, pero además, y siguiendo los recientes criterios de nomenclatura lunar, llevaron el nombre de Montes Tenerife y Monte Pico (o Pico Teide) hasta las montañas del Mare Imbrium en la Luna.
La investigadora del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) Antonia M. Varela dará mañana viernes, 18 de febrero, a las 19:30 horas, en el Museo de la Ciencia y el Cosmos, en La Laguna (Tenerife), la conferencia «¿Por qué hay unos "Montes Tenerife" en la Luna?», en la que se contarán éstas y otras historias.
Doctora en Ciencias Físicas, en la especialidad de Astrofísica Extragaláctica, por la Universidad de La Laguna en el año 1992, Antonia M. Varela trabaja desde hace 13 años en el Grupo de Calidad del Cielo del IAC en la caracterización astroclimática de los Observatorios de Canarias y búsqueda de los mejores enclaves para albergar futuros giga-telescopios. Asimismo colabora con el grupo de Estallidos de Formación Estelar del IAC y compagina su investigación con la docencia (desde hace 5 años imparte un curso de Astronomía dentro del programa de la Universidad para Mayores) y con la divulgación (a través de conferencias y congresos en foros especializados y al público en general).