Las lentes gravitatorias, un fenómeno que predijo Albert Einstein, generan ‘espejismos’ en el universo, lo que resulta de utilidad para estudiar la materia oscura, los exoplanetas o la edad del universo
Destacados investigadores en este campo impartirán, durante dos semanas, conferencias y seminarios a estudiantes predoctorales y doctores recientes
Las galaxias y otros cuerpos del universo pueden servir de telescopios para estudiar objetos lejanos. Esta aplicación se basa en el fenómeno de las lentes gravitatorias, una de las primeras predicciones de la teoría de la Relatividad General de Albert Einstein que, en la actualidad, constituye una importante herramienta para conocer nuevos datos sobre la materia oscura, descubrir lejanas 'supertierras' o esclarecer la edad real del universo. Su utilización en astrofísica y cosmología centrarán el programa de la XXIV Escuela de Invierno del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), que se celebra del 4 al 16 de noviembre en el Puerto de la Cruz (Tenerife).
Un año más, la escuela congrega a estudiantes predoctorales y doctores recientes de diferentes países para ofrecer formación específica en cuestiones clave para el futuro de la astrofísica. “Las lentes gravitatorias son y serán cruciales para resolver algunos de los enigmas que tiene sobre la mesa la comunidad científica. Aportan una información relevante que, por ejemplo, nos ayuda a cartografiar y analizar la distribución de la masa en el universo. A día de hoy, la mayor parte de su materia –la materia oscura- nos es desconocida”, apunta el investigador del IAC y uno de los organizadores de la escuela Evencio Mediavilla, que emplea estas lentes para estudiar la materia que cae en espiral en los agujeros negros supermasivos de los cuásares.
Los objetos astronómicos pueden actuar como lentes gravitatorias, debido a la forma en la que viaja la luz en el universo. En la Tierra, al contrario de lo que concluiría el ojo humano, la luz no viaja en línea recta sino que fluctúa por las distintas capas de aire en busca de las trayectorias más rápidas. En el universo ocurre algo similar aunque, en este caso, la fluctuación se debe a la acción de los objetos celestes sobre el espacio-tiempo: la gravedad de las estrellas, las galaxias o los cúmulos de galaxias hacen que la luz se curve.
Al igual que sucede en los espejismos terrestres que se producen en el desierto, si se dan las condiciones precisas también se pueden producir espejismos gravitatorios. En concreto, ocurre cuando el objeto tiene gran masa y la fuente de luz está casi alineada con él. “Es entonces cuando la materia actúa como si fuese una lente que produce estos espejismos gravitatorios. De una misma fuente de luz, pueden surgir múltiples imágenes”, describe el astrofísico del IAC y organizador de la escuela Francisco Garzón.
Gracias a estos espejismos, los científicos tienen un apoyo visual para recabar datos sobre planetas extrasolares y, entre ellos, las denominadas 'supertierras', de similares características pero más masivas que nuestro planeta y que son consideradas candidatas para albergar vida. Gracias a este efecto óptico, también se puede conocer más sobre los cúmulos de galaxias –estructuras formadas a veces por miles de galaxias- o los cuásares, los objetos más brillantes del universo, que, según la opinión más asentada, podrían ser núcleos activos de galaxias, es decir, agujeros negros que se alimentan de estrellas y de gas.
Además, las lentes gravitatorias sirven para detectar lo que no se ve: la materia oscura, aquella materia que la ciencia no es capaz de observar con los medios técnicos actuales pero que los investigadores intuyen a partir de los efectos que causa en la dinámica de la materia visible, y que puede trazarse también usando las lentes gravitatorias.
Sobre los nuevos métodos de aprovechamiento de estos espejismos del universo y sobre los hallazgos que han propiciado hasta el momento hablarán a los participantes en la Escuela de Invierno destacados investigadores en este campo como Sherry Suyu y Chris Fassnacht, de la Universidad de California; Peter Schneider, de la Universidad de Bonn; Joachim Wambsganss, de la Universidad de Heidelberg; o el español Jorge Jiménez, de la Universidad de Granada.
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Ver también: Conferencia en el Museo de la Ciencia y el Cosmos con motivo de la Winter School "Espejismos gravitatorios"