Este verano, las “lágrimas de San Lorenzo” tendrán su máximo de actividad el próximo 12 de agosto a las 11:00 TU ( a las 13:00 hora peninsular y 12:00 hora canaria) por tanto, la luz del Sol impedirá observarlo en esta parte del planeta. La Luna no será un obstáculo serio para la observación de la lluvia de este año, ya que tendremos Luna Nueva el 16 de agosto, sólo 4 días después del máximo.
Las llamadas “estrellas fugaces” son en realidad pequeñas partículas de polvo de diversos tamaños (algunas llegan a ser más pequeñas que un grano de arena) que entran a gran velocidad en la atmósfera terrestre. Una Perseida, tan brillante como las estrellas de mayor brillo del cielo, pesa tan solo 0.07 gramos y entra en la atmósfera a 61km/s. Debido a ese “choque” con la atmósfera, se desintegran a unos 80 km de altura y nos dejan ese trazo luminoso característico cuyo nombre científico es “meteoro”. La mayoría de estas aglomeraciones de polvo están asociadas a restos de materia que los cometas van dejando a lo largo de sus órbitas en sus sucesivos pasos por las proximidades del Sol y la Tierra.
En el caso de las Perseidas, la órbita atravesada es la del cometa Swift-Tuttle. El periodo de este cometa (tiempo que tarda en dar una vuelta alrededor del Sol) es de 135 años. Aunque este cometa se ha alejado mucho de nuestra estrella tras su acercamiento en 1992, existen predicciones de que la Tierra pasará muy cerca del trazo de restos dejados por el cometa en el año 1862.
Se ha especulado con que habrá una actividad por encima de lo normal y se ha dado mucha publicidad a las previsiones de un posible estallido de actividad de la lluvia durante la tarde-noche del 11 de agosto. Cálculos posteriores han puesto en duda estas previsiones y sugieren que el estallido no podrá apreciarse a simple vista -sólo podrá verse usando técnicas especiales de observación, sobre todo por radio-. Esto es debido a que las partículas de polvo serían tan finas que producirían destellos demasiado débiles para verse a simple vista. La hora del estallido, 20:54 TU, no es nada favorable para los observadores españoles, ya que el radiante estará muy bajo en el cielo a esa hora. Hay que destacar también que el estallido, si se presenta y puede observarse, tendría una duración muy breve, tal vez de tan solo 15 minutos.
Para quienes quieran disfrutar de la lluvia se aconseja la observación a simple vista, sin telescopio ni anteojos de ningún tipo, ya que es preciso abarcar el máximo campo de visión. Cualquier punto de observación (playa, terraza, campo, etc.) es bueno siempre que ofrezca un horizonte despejado hacia el sur y hacia el este y no tenga luces brillantes cerca. Si se vive en el campo, se podrá observar la lluvia perfectamente desde la propia casa, con la condición de que se evite usar luces que puedan deslumbrar la vista mientras se contempla la lluvia.
La mejor hora para observar es hacia finales de la noche, antes del alba, cuando el radiante de la lluvia esté en su mayor altura y más cerca de la hora del máximo. A lo largo de la noche se observará como la actividad va incrementándose, a medida que la lluvia se alza en el cielo y la Tierra se acerca cada vez más al centro de la nube de restos.