La misión Kepler ha hecho una observación importante, la primera detección de fotones de un planeta terrestre mediante la observación de la curva de fase, del planeta Kepler-10b. Eso abre un nuevo campo en la ciencia de exoplanetas: la posibilidad de obtener información sobre la atmósfera y la superficie de los planetas rocosos, los planetas de mayor interés. En esta comunicación, se aplica el modelo del 'océano de lava' para interpretar la curva de fase observada. El modelo, de un planeta sin atmósfera con una superficie consistiendo parcialmente de rocas fundidas, se ha propuesto para los planetas de la clase de CoRoT-7b, es decir, planetas rocosos muy cerca de su estrella (en algunas radios estelares). Kepler-10b es un miembro típico de esta familia. Se predice que la luz del planeta tiene un componente importante basado en su emisión themal, además de luz reflejado, incluso en la banda espectral de Kepler. Asumiendo una reflexión isótropa de la luz por la superficie del planeta (aproximación de Lambert), encontramos que un albedo de Bond de ~ 50% puede explicar la amplitud de la curva de fase observada, a diferencia de un valor inusualmente alto postulado con anterioridad. Proponemos un proceso físico para explicar este todavía alto valor del albedo. Esta interpretación se puede probar en el futuro con instrumentos como el telescopio espacial James Webb o el 'Exoplanet Characterization Observatory'. Nuestro modelo predice una dependencia espectral que distingue claramente contre la de luz puramente reflejada y también contre la de un planeta con una temperatura uniforme.
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Referencias
ApJ Letters accepted. arXiv:1109.2768
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