Como estaba previsto, el proyectil de la nave Deep Impact impactó en el núcleo del cometa 9P/Tempel 1 en la mañana de ayer lunes, 4 de julio. Por la hora del impacto, el seguimiento se inició en el Observatorio de Mauna Kea, en Hawai (Estados Unidos) y continuó anoche en los Observatorios del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC): el Observatorio del Teide (Izaña, Tenerife) y el Observatorio del Roque de los Muchachos (Garafía, La Palma).
Seguimiento desde el Observatorio del Roque de los Muchachos
Desde el Observatorio del Roque de los Muchachos, investigadores del IAC han obtenido imágenes en el visible e infrarrojo que permiten determinar los efectos del cráter producido por la nave Deep Impact en el cometa 9P/Tempel 1. Un primer análisis de las imágenes del cometa tomadas con los telescopios William Herschel (WHT), Galileo (TNG) y Telescopio Nórdico (NOT) muestran un notable incremento de la cantidad de polvo y gas en la coma del cometa. El incremento es particularmente importante en la dirección sudoeste, lo cual coincide con la actividad producida en la región del núcleo donde impactó el proyectil.
La intensidad de la coma del cometa 15 horas después del impacto es entre dos y tres veces mayor que la determinada por los astrónomos la noche inmediatamente anterior con los mismos instrumentos. En particular, es al menos tres veces más luminosa en una región semicircular al suroeste del cometa y que se extiende hasta unos 15.000 km del núcleo. Esto indicaría que el polvo liberado durante el impacto se desplaza a una velocidad de aproximadamente 300 m/s. Igualmente, los espectros realizados muestran un incremento similar de la cantidad de gas emitida por el cometa.
Las observaciones que se están realizando en el Observatorio del Roque de los Muchachos de manera continua hasta el 10 de julio próximo serán de vital importancia para el éxito científico de la misión y forman parte de un esfuerzo internacional coordinado por la NASA.
El equipo científico que está realizando las observaciones en este Observatorio está formado por los astrofísicos Javier Licandro (ING-IAC), Miquel Serra Ricart (IAC), Julia de León Cruz (IAC), Noemí Pinilla Alonso (TNG-IAC), M. Teresa Capria (INAF, Italia) y Mischa Schrimer (ING).
Seguimiento desde el Observatorio del Teide
El seguimiento del cometa empezó a principios de octubre del año pasado con la recepción de imágenes y fotometría de aficionados principalmente en España, pero también en varios otros países que han permitido seguir las pautas de la actividad del cometa hasta el impacto de ayer y que seguirán en los próximos días. El archivo de datos ha sido suplementado por imágenes y fotometría realizada con el IAC-80, en el Observatorio del Teide, y por imágenes y espectros realizados con los telescopios INT y NOT, en el Observatorio del Roque de los Muchachos.
El objetivo de este seguimiento ha sido la caracterización de la actividad del cometa antes y después del impacto. Su mayor hito ha sido la detección de una periodicidad de 4,4 días en la curva de luz del cometa que parece ser una consecuencia de la precesión del eje de rotación del cometa ya que se sabe que el período de rotación del núcleo es de unas 40 horas. Los estallidos observados por el Hubble Space Telescope y la sonda Deep Impact se ajustan a ese período de 4,4 días, que se caracteriza por un aumento de brillo rápido de la región interna de la coma del cometa seguido por un declive lento a lo lago de varios días.
En las observaciones del grupo del IAC con los telescopios TCS e IAC-80 han participado los astrofísicos Mark Kidger, Fabiola Martín Luis, José Nicolás González Pérez, Alex Oscoz y Gabriel Gómez. Asimismo ha colaborado en las observaciones, bajo la coordinación de Mark Kidger, el Grupo “Observadores de cometas”, unos 50 observadores aficionados en 35 observatorios repartidos por Cataluña, Madrid, Asturias, Valencia, Murcia, Canarias, Reino Unido, Brasil e Italia.