![Imagen del cúmulo Abell 370, una de las regiones del cielo observadas por el proyecto SHARDS Frontier Fields. Esta imagen es la más profunda jamás tomada para detectar galaxias con líneas de emisión, que están formando estrellas activamente. El centro del cúmulo está situado en la parte superior derecha de la imagen. En la misma zona se pueden ver galaxias amplificadas gravitacionalmente, algunas de ellas mostrando morfologías muy deformadas y alargadas, lo que se conoce como arcos. Crédito: GRANTECAN Imagen del cúmulo Abell 370, una de las regiones del cielo observadas por el proyecto SHARDS Frontier Fields. Esta imagen es la más profunda jamás tomada para detectar galaxias con líneas de emisión, que están formando estrellas activamente. El centro del cúmulo está situado en la parte superior derecha de la imagen. En la misma zona se pueden ver galaxias amplificadas gravitacionalmente, algunas de ellas mostrando morfologías muy deformadas y alargadas, lo que se conoce como arcos. Crédito: GRANTECAN](/sites/default/files/styles/crop_square_2_2_to_320px/public/images/news/C%C3%BAmulo%20Abell%20370.jpg?h=0f31b70c&itok=cLLsEoPt)
Una de las preguntas más interesantes que los astrofísicos han tratado de responder desde hace décadas es cómo y cuándo se formaron las primeras galaxias. En cuanto al cómo, una posibilidad es que la formación de las primeras estrellas dentro de las galaxias comenzara a un ritmo constante, construyendo lentamente un sistema cada vez más masivo. Otra posibilidad es que la formación fuera más violenta y discontinua, con brotes de formación estelar intensos, pero de corta duración, desencadenados por eventos como fusiones de galaxias y acumulaciones de gas amplificadas.
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