La medida del efecto Rossiter-McLaughlin en planetas extrasolares que transitan en frente a su estrella huésped permite imponer constricciones importantes a la orientación del eje de la órbita planetaria con respecto al eje de rotación de la estrella huésped. Al mismo tiempo, ésta medida proporciona información crucial sobre los mecanismos que dan como resultado diferentes configuraciones de sistemas planetarios. En èste estudio presentamos el caso singular del planeta HAT-P-18b. Con una masa similar a la de Saturno èste planeta orbita una de las estrellas mas frías, hasta ahora, en la cual se ha medido el efecto Rossiter-McLaughlin. Utilizando el espectrografo HARPS-N, en el telescopio TNG, hemos adquirido una serie temporal de espectros. Las medidas de altísima presición de velocidad radial proporcionadas por la pipeline de HARPS-N han sido utilizadas para estudiar el efecto Rossiter-McLaughlin en el sistema de HAT-P-18. Adicionalmente, el análisis de nuevas observaciones fotométricas complementarias durante un tránsito completo en otra época, ha permitido la determinación de los parametros físicos de la estrella y del planeta. Hemos descubierto que HAT-P-18b tiene una órbita retrógrada y que el ángulo proyectado en el cielo entre el eje de rotación de la estrella y el eje de la órbita del planeta es λ=132 ± 15 grados. Mediante un modelo que combina los datos fotométricos con los de velocidad radial hemos determinado simultáneamente los parámetros físicos de la estrella (M* = 0.770 ± 0.027 MSun; R* = 0.717 ± 0.026 RSun; Vsin(I*) = 1.58 ± 0.18 km s-1) y del planeta (Mp = 0.196 ± 0.008 MJ ; Rp = 0.947 ± 0.044 RJ). Como resultado del análisis de nuestros espectros obtenemos una temperatura efectiva para la estrella huésped de Teff = 4870 ± 50 K, una gravedad superficial log g* = 4.57 ± 0.07 cm s-2, y una abundacia del fierro [Fe/H] = 0.10 ± 0.06. Actualmente, HAT-P-18b es uno de los pocos planetas que orbitan una estrella con Teff < 6250 K y que al mismo tiempo se encuentra en una orbita retrógrada. Objetos como HAT-P-18b (con una masa pequeña y/o un período orbital relativamente largo) muy probablemente tienen un acoplamiento mareal débil con sus estrellas huespedes y por lo tanto sus órbitas preservan los “desalineamientos” originales. Como tales, son targets ideales para investigar la evolución de las órbitas planetarias en estrellas frías de secuencia principal.
Fecha de publicación
Referencias
Otras noticias relacionadas
-
El desarrollo de la última generación de telescopios tipo Cherenkov (IACT de sus siglas en inglés) en las últimas décadas ha llevado al descubrimiento de nuevos fenómenos astrofísicos extremos en el rango de rayos gamma de muy alta energía (VHE de sus siglas en inglés, E > 100 GeV). La astronomía multi-mensajero y temporal está inevitablemente conectada a la física de fuentes transitorias emisoras de rayos gamma VHE, que muestran explosiones o periodos eruptivos de manera inesperada e impredecible en diferentes escalas de tiempo. Estas fuentes transitorias comparten a menudo procesos físicosFecha de publicación
-
A pesar del papel fundamental que los halo de materia oscura tienen en nuestro entendimiento teórico de la formación y evolución de las galaxias, la interacción entre estas y sus halos de materia oscura sigue siendo una pregunta abierta desde el punto de vista observacional. Esta falta de evidencia observacional concluyente se debe, en última instancia, a la dificultad inherente de medir de manera robusta las propiedades de la materia oscura. Basándonos en un modelado dinámico detallado de galaxias cercanas, en este trabajo proponemos una aproximación observacional novedosa, explorando laFecha de publicación
-
En los años 90, el telescopio espacial COBE descubrió que no toda la emisión de microondas de nuestra galaxia se comportaba como esperábamos. Parte de la señal captada por el satélite provenía de un desconocido proceso de emisión; éste trazaba espacialmente la distribución del polvo Galáctico, pero emitía con mayor intensidad en el rango de las microondas. Desde entonces este proceso recibe el nombre de “emisión anómala de microondas” o AME, por sus siglas en inglés. Actualmente, la principal hipótesis para explicar el origen de la AME se basa en la emisión de pequeñas moléculas de polvoFecha de publicación