Toda galaxia masiva tiene en su centro un agujero negro. Tanto el tamaño como la masa de uno de estos agujeros negros es completamente despreciable si se compara con los de su galaxia anfitriona, millones de veces más grande y masiva. Sin embargo, y a pesar de su aparente irrelevancia, los agujeros negros tienen un papel fundamental en el Universo: sin ellos somos incapaces de explicar la formación de las galaxias. Entender la co-evolución entre agujeros negros y galaxias es por tanto una pregunta central en la astrofísica moderna. Analizando las propiedades de cientos de miles de galaxias hemos podido ver que un agujero negro al crecer, no solo afecta a la galaxia que lo alberga, sino también a sus galaxias vecinas. Nuestros resultados ponen en evidencia que, a escala galáctica, los agujeros negros irradian energía a lo largo de una dirección privilegiada, dando pistas sobre los procesos físicos que ocurren en las inmediaciones de los agujeros negros mientras crecen. Esta interpretación se apoya en simulaciones cosmológicas hechas por ordenador donde se observa el mismo fenómeno, y que nos han permitido entender la física detrás de nuestras observaciones.
Fecha de publicación
Autores
Ignacio
Martín Navarro
A. Pillepich
L. Hernquist
Referencias