El estudio de la curva de rotación del disco a grandes distancias proporciona un herramienta muy útil para entender si los campo magnéticos deberían considerarse como un ingrediente dinámico no despreciable. Asumiendo un bulbo, un disco exponencial para las componentes estelar y gaseosa, un halo de materia oscura y un campo magnético en el disco, ajustamos la velocidad de rotación de la Vía Láctea. En general, cuando se tiene en cuenta la contribución magnética en la dinámica, se obtiene una mejor descripción de la curva de rotación. Nuestra conclusión principal es que los campos magnéticos deberían tenerse en cuenta a la hora de estudiar la dinámica de la Vía Láctea. Campos azimutales de intensidades del orden de 2 microGauss a distancias 2 veces las solares (16 kpc) son capaces de explicar el levantamiento de la curva de rotación en la periferia del disco.
Fecha de publicación
Otras noticias relacionadas
-
Las estrellas masivas, aquellas que tienen más de diez veces la masa de nuestro Sol, son el origen de la mayoría de los elementos de la tabla periódica, dando forma a la composición morfológica y química de sus galaxias anfitrionas. Sin embargo, el origen de las más luminosas y calientes entre ellas, conocidas como 'supergigantes azules', ha sido debatido durante décadas. Las supergigantes azules son estrellas enigmáticas. Primero, son numerosas, a pesar de que la física estelar convencional predice que vivan solo brevemente. Segundo, típicamente se encuentran aisladas, a pesar de que laFecha de publicación
-
La universalidad de la función inicial de masa estelar (IMF, por sus siglas en inglés) es una suposición ampliamente aceptada en la astrofísica moderna, a pesar de que puede ser errónea. Mientras que observaciones en la Vía Láctea generalmente respaldan una IMF invariable con respecto a las condiciones locales bajo las cuales se forman las estrellas, medidas en galaxias masivas de tipo temprano sistemáticamente apuntan hacia una IMF no universal. Para entender las diferencias entre ambos conjuntos de observaciones, hemos medido por primera vez el extremo de baja masa de la IMF a partir deFecha de publicación
-
En los años 90, el telescopio espacial COBE descubrió que no toda la emisión de microondas de nuestra galaxia se comportaba como esperábamos. Parte de la señal captada por el satélite provenía de un desconocido proceso de emisión; éste trazaba espacialmente la distribución del polvo Galáctico, pero emitía con mayor intensidad en el rango de las microondas. Desde entonces este proceso recibe el nombre de “emisión anómala de microondas” o AME, por sus siglas en inglés. Actualmente, la principal hipótesis para explicar el origen de la AME se basa en la emisión de pequeñas moléculas de polvoFecha de publicación