El Génesis empieza diciendo que al comienzo de la Creación, cuando Dios creó el cielo y la tierra, la tierra estaba sin forma y vacía, con la oscuridad sobre la faz del abismo y un fuerte viento que barría la superficie de las aguas. Entonces Dios dijo: “Hágase la luz” y la luz se hizo… Llamó día a la luz y noche a la oscuridad.
El físico estadounidense Jeremy Bernstein, en su libro Quarks, chiflados y el cosmos (Alianza. Madrid, 1994. Págs. 103 y 104) señala que, si la cosmología del Big Bang es correcta, “no habría habido mucha luz visible en la Creación”. Y añade: “Sólo habría habido rayos gamma. Se necesitan cien mil años para que las cosas se enfríen hasta el punto de que los rayos gamma se transformen en luz visible”.
En 1654, el arzobispo irlandés de Armagh James Ussher anunció que la Creación había tenido lugar al atardecer del jueves 22 de octubre del año 4004 a.C. Para hacer este cálculo, el teólogo se basó en la cronología que establecía la Biblia. Según esta fecha, el Universo habría cumplido 6.000 años justos el 22 de octubre de 1996, efeméride que el físico español Cayetano López recordó ese mismo día en un artículo titulado “El Universo cumple años” y publicado en el diario El País.
San Agustín, en La ciudad de Dios, y de acuerdo con el libro del Génesis, aceptaba una fecha de unos 5.000 años a.C. para la creación del Universo. En la actualidad y según la última estimación proporcionada por el satélite Planck, en el que colabora el Instituto de Astrofísica de Canarias, el Universo podría tener unos 13.820 millones de años…